Sin embargo, Cazalla valora positivamente este proyecto porque cree que serviría para aliviar el colapso que sufren las cárceles españolas y, en su opinión, también serviría para que el Estado se ahorre los 16.000 euros (2.800.000 pesetas) que cuesta cada preso al año.

Cazalla aseguró que no cree que ningún inmigrante quiere irse a su país a cumplir la condena impuesta en España "ya que aquí va a estar mucho mejor, y cuando cumpla su pena, tiene la posibilidad buscarse la vida en España", indicó a Servimedia.

Recordó que cada tres meses ingresan en prisión 1.000 nuevos reos y reiteró que las cárceles están "al borde del colapso". Por eso, demandó más personal y más infraestructuras.