En un comunicado hecho público hoy, UGT se muestra en contra de los procesos de expulsión y devolución como los que se produjeron el pasado mes de junio en Melilla al aplicar la Ley de Extranjería, y rechaza el respaldo que el presidente del Gobierno, ose María Aznar, dio al alcalde-presidente de Melilla, Ignacio Velázquez.

Según el sindicato es necesario que para resolver el problema de la inmigración, se adopten medidas en las que prime el respeto a los derechos humanos y no que se adopten medidas de fuerza que atentan contra la dignidad humana y vulneran la legalidad vigente.

UGT considera además que la intención del Ministerio de Asuntos Exteriores de recortar las subvenciones a organizaciones no gubernamentales y limitar la aportación espñola a Ayuda Oficial al Desarrollo, no contribuye a solucionar el problema de África, desde donde seguirán huyendo miles de personas en busca de mejores condiciones de vida.