Para la UGT, "estas medidas, que responden a los compromisos del Gobierno y su partido con determinados grupos de presión, desequilibran aún más nuestro modelo fiscal en contra de las rentas del trabajo y apuntan a un modelo social injusto e insolidario".

"El coste tanto recaudatorio como de equidad del sistema fiscal es tan evidente y tan grande que no puede pensarse que estas medidas se adoptan sólo en bas a criterios económicos", afirma esta central sindical.

Añade que "el esfuerzo fiscal para converger con Europa se sitúa sobre las inversiones productivas y las rentas del trabajo, las que soportan la mayor parte de nuestra fiscalidad, mientras se libera de tributación a las rentas empresariales y de capital. De hecho los empresarios individuales declaran en el IRPF una media de 1.130.000 pesetas, un 40% menos que las rentas del trabajo".

Este sindicato expone que "la experiencia viene demostrand que el incremento de beneficios empresariales, por la rebaja de la fiscalidad, no se destina a aumentar la inversion productiva generadora de empleo sino más bien al incremento de los dividendos repartidos. Prueba de ello es lo que está ocurriendo con el Impuesto de Sociedades: lo que se deja de recaudar, como consecuencia de incentivos fiscales, supera el medio billón de pesetas, casi la mitad del total de ingresos estimados para este impuesto, lo que no se ha plasmado en una mejora del empleo. Además, eta cifra no ha dejado de crecer, entre 1993-1996 se incrementó un 78%".

"Por otro lado", continúa el comunicado de UGT, "el elevado coste que suponen estas medidas compromete seriamente el objetivo de reducción del déficit público, que el Gobierno ha declarado prioritario. Sólo la medida de la actualización de balances tendrá un coste recaudatorio superior al ajuste de 200.000 millones del gasto decidida hace pocos días (se estima entre 300.000 y 500.000 millones)".

UGT concluye que "todas las meidas adoptadas son reducciones fiscales, 'regalos' a las rentas de capital. La rebaja de la tributación de las plusvalías es un regalo en el Impuesto sobre la Renta para los poseedores de patrimonios importantes, un atentado a la progresividad fiscal que prima la especulación sobre el ahorro a largo plazo".