En un comunicado, UGT afirma que la actuación de Lamela en el caso del Hospital Severo Ochoa es un "claro ejemplo de irresponsabilidad, impropia del máximo dirigente de la sanidad madrileña" por, entre otras cosas, "validar una delación como procedimiento eficaz para atacar a personas o instituciones sin riesgo alguno para el denunciante, o crear una alarma social sin precedentes en la población atendida en el Hospital de Leganés".

UGT asegura que a causa "del clima de inseguridad y desconfianza generado se pueden producir graves perjuicios a los enfermos terminales que requieren cuidados paliativos y, en general, a cualquier paciente que precise sedación y analgesia para combatir dolencias".

Asimismo, recuerda que "la ausencia de unidades de cuidados paliativos en nuestra comunidad es la causa de que muchos pacientes oncológicos deber de ser atendidos y tratados en los servicios de Urgencias, siendo la provisión y dotación de estas unidades una responsabilidad exclusiva de la Consejería de Sanidad. Las Urgencias del Hospital Severo Ochoa han intentando solucionar una carencia asistencial que el señor Lamela, por lo visto, es incapaz de resolver".