Lucila Sánchez, responsable de Medio Ambiente de UGT- Madrid, denunció, en declaraciones a Servimedia, el "crimen ecológico desmesurado" que se está cometiendo en Madrid por las obras de la M-30 y del Metro, que afectarán, según algunas estimaciones, a más de 9.000 y de 7.000 árboles, respectivamente.

Según Sánchez, ni siquiera se han respetado árboles declarados como singulares y que están protegidos, como, aseguró, ha ocurrido en el Parque del Capricho. "Se ha destruido un patrimonio medioambiental que costará mucho recuperar", lamentó.

Por ello, exigió al Gobierno regional la aprobación urgente de la Ley para la Conservación y Protección del Arbolado Urbano, porque si se demora en el tiempo "de nada servirá que se apruebe la ley después del crimen que se está haciendo con los árboles".

Sánchez reclamó también la creación de una comisión de seguimiento de las actuaciones derivadas de la tala de árboles, integrada por Ejecutivo regional, ayuntamiento, empresas y sindicatos y que controle el resultado de los trasplantes y nuevas plantaciones de árboles en la región.