Leguina acusó ayer a Nicolás Redondo de ser el máximo responsable de PSV y aconsejó a la central sindical que, "en vez de predicar, dé trigo", y cumpla su compromiso con los 30.000 cooperativistas de esta entidad.

Según Mariscal, estas críticas "no son de recibo y se corresponden con una actitud dplorable y racista, y no tienen nada que ver con la situación de PSV, sino con el pacto social a nivel nacional y con la situación precongresual del partido del señor Leguina, el PSOE".

Tras decir que no sabe si estas críticas de Leguina han sido iniciativa personal del presidente madrileño o por indicación de su jefe, Felipe González, Manuel Mariscal recordó que hace poco más de un mes Leguina dijo que detrás de PSV estaban la Comunidad de Madrid y el Estado y, por lo tanto, llamó a la tranquilidad d los cooperativistas.

El dirigente sindical calificó el pacto social como un "estrepitoso fracaso" y añadió que a la hora de negociar con el Gobierno "la UGT no se verá hipotecada por PSV ni por ningún otro tipo de cosas".

Por su parte, el senador y portavoz del Partido Popular en la Asamblea de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, afirmó que no entiende la actitud de Joaquín Leguina al intentar desmarcarse de un asunto en el que hasta hace muy poco estaba implicado.

En opinión de Ruiz-Gallardón,las descalificaciones de Leguina a Redondo sólo se entienden en clave interna del PSOE, "y si es así, es deleznable, porque lo más importante es defender los intereses de todos los cooperativistas".