Según informó hoy el sindicato, las compañías eluden los desafíos de cohesión y desarrollo social que la Unión Europea (UE) establece para el sector privado, "creando efectos negativos sobre el empleo y la organización laboral en España".

"La empresas están intentando converti en un cajon de sastre la acción social y solidaria que establece la RSE, a través de donaciones o contribuciones sociales que, en muchos casos, es deducible a Hacienda y con iniciativas que miden la influencia y prestigio social", explicó.

A este respecto, UGT recordó que estas materias "no son un ejercicio voluntario ni exclusivo de la empresa", sino que "debe basarse en unas correctas relaciones industriales que exigan su compromiso ante las disfunciones del mercado laboral".

Finalmente, el sidicato pidió la integración de la RSE en la negociación colectiva, ya que el Consejo Económico y Social (CES) instó en su último congreso a establecer un marco de referencia europeo, a través de la legislación de los convenios, para aumentar la participación de los trabajadores en los cambios que se están produciendo en las estructuras empresariales.