Por ello, pese a mostrarse satisfecho por una operación que beneficia y garantiza el futuro de Spanair, Rodríguez afirmó, en declaraciones a Servimedia, "sentir cierto sabor agridulce por el hecho de que "nadie de la industria haya querido entrar y más teniendo en cuenta que Scandinavian Airlines ha preferido perder 500 millones de euros antes de seguir con la compañía".

"Nos preocupa mucho que la compra se haga con fondos públicos ante la falta de inversores industriales", reiteró Rodríguez quien denunció que "la compañía tiene que ser rentable por sí misma ya que no tiene sentido que se sustente ahora con las aportaciones públicas de la Generalitat tal y como ha estado haciendo hasta ahora con el dinero de los gobiernos escandinavos".

Por ello, pidió a los nuevos gestores que dirijan la compañía con mentalidad empresarial y no permitan que se convierta en "una aventura política basada en convertir El Prat en una base intergaláctica a través de la inversión pública".