Según los sindicatos, las diferencias que están impidiendo el acuerdo son que la patronal pretende equiparar los salarios de los vigilantes de seguridad a la de los guardas de seguridad, mientras que las centrales sindicales aspiran a todo lo contrario: que todos ls guardas se conviertan en vigilantes.

En la actualidad existen en España unos 40.000 vigilantes y 20.000 guardas y la principal diferencia entre unos y otros es la diferencia salarial de unas 32.500 pesetas al mes.

Los sindicatos exigen que, cumpliendo la Ley de Seguridad privada, se acabe con esta diferenciación de manera progresiva, de manera que en 1996 sólo haya una figura legal de seguridad privada (vigilante) con idénticos salarios y condiciones de trabajo.

La patronal ofrece en cambi, según el comunicado de CCOO, una única categoría profesional, con la diferenciación de 33.445 pesetas mensuales en función de que los vigilantes porten o no arma, criterio que los sindicatos rechazan.