UGT Y CCOO RECLAMAN QUE NO HAYA "UNA SUBASTA DE REBAJAS FISCALES" ANTE LAS GENERALES DE MARZO

- Rechazan negociar la reducción del coste de despido

MADRID
SERVIMEDIA

UGT y Comisiones Obreras reclamaron a los partidos políticos que no conviertan la campaña electoral de las próximas elecciones del mes marzo en una "subasta" de rebajas fiscales, ya que el país no se puede "permitir el lujo" de perder recaudación, en un horizonte en el que las ayudas provenientes de la Unión Europea se van a ir reduciendo.

Los secretarios generales de CCOO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, coincidieron en esta reflexión en su interención en el Foro Nueva Economía.

Méndez ve necesario hacer en España un proceso de "pedagogía fiscal", para que los ciudadanos vean la importancia de sus contribuciones al fisco. El líder de UGT advirtió de que "no se debe plantear la campaña (electoral) como una subasta de rebajas fiscales", ya que en España "no nos podemos permitir ciertos lujos" ante las "deficiencias" existentes en ámbitos como la educación, la inversión en I+D o la formación y la futura reducción de las ayudas que vienen de la U.

El líder de UGT reconoció que no tiene "ninguna confianza" en la propuesta lanzada y aparcada por el PSOE de un tipo único del IRPF, ya que "achata" la progresividad, pero tampoco en el modelo "injusto" e "inflacionario" del PP, que consiste en rebajar la presión sobre el IRPF para subir la imposición indirecta.

Fidalgo añadió que lamenta "las estrategias cortoplacistas" del Gobierno central y de los entes autonómicos de reducir los impuestos.

PROGRAMAS PARA MARZO

Las discrepancias, aunqe leves, surgieron al valorar las propuestas lanzadas esta semana por el secretario general del PP, Mariano Rajoy, con sus compromisos ante una eventual victoria en las elecciones de marzo.

A Fidalgo le "parece bien la predisposición" con la que el líder del PP encara esa posibilidad, ofreciendo abrir una negociación con los agentes sociales en su primera semana en La Moncloa. Al líder del PP le recuerda lo que hizo el presidente Aznar en 1996, cuando se acabó logrando un acuerdo en materia de pensions y de mercado de trabajo el año siguiente.

Sin embargo, Méndez prefirió centrarse en lo que sucedió en la segunda victoria de Aznar, la del año 2000, cuando también inició el contacto con los agentes sociales en su primera semana de nuevo gobierno. "Un año después de su investidura", ironizó Méndez, "llegué a la conclusión de que podía sentirme embestido", ya que el Gobierno aprobó sin consenso un decreto de reforma del mercado de trabajo en 2001.

Superado el formalismo, ambos líderes aseguraronque el debate debe centrarse en cómo mejorar la competitividad de la economía española, lo cual pasa, en su opinión, por una mejora de la productividad.

Para Méndez, hay tres riesgos en la economía española: la temporalidad y precariedad "excesiva" del mercado laboral; el déficit educativo y el retraso tecnológico. Para el líder ugetista los tres ejes deben ser igualmente importantes, mientras que, en su opinión, Rajoy "lo fía todo a la reforma laboral, y eso es un error de bulto".

Los líderes sidicales opinan que los partidos deben centrar el debate electoral en cómo mejorar la inversión en educación, formación, I+D+i y desarrollo tecnológico, y dejar el tema de las modificaciones del mercado de trabajo y de la negociación colectiva a empresarios y sindicatos.

Fidalgo se mostró dispuesto a "abrir la puerta a una mayor flexibilidad cogobernada" entre los agentes sociales a cambio de compromisos sobre mayores inversiones para mejorar la productividad, reducir la temporalidad, aumentar la cualiicación o atajar la siniestralidad laboral.

Lo que ambos líderes rechazan de plano es debatir sobre el coste del despido. "No es un elemento que deba ser objeto de negociación", afirmó Méndez. "Ese no es el problema" del mercado laboral, apostilló Fidalgo.

(SERVIMEDIA)
14 Nov 2003
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