El endurecimiento de la postura sindical en Renfe se debe, según las centrales, a la negativa del equipo dirigido de Mercé Sala de aceptar una negociación con los sindicatos que no sea la propuesta que ya ha hecho la empresa, y que en la últma reunión, del pasado día 16, volvió a mantener en un documento trasladado a los representantes de los trabajadores.

Dicha propuesta escrita de Renfe contempla, según CCOO, una paga lineal de 20.000 pesetas en concepto de atrasos en 1994, y un incremento del 3,5 por cien más congelación de las primas y el plus de productividad en 1995 y 1996.

Además, en los próximos dos años, se aplicaría una cláusula de revisión salarial si el IPC real supera a la previsión del Gobierno más 0,5 puntos. En resumn, los sindicatos opinan que los planteamientos de Renfe suponen "una pérdida de poder adquisitivo próximo a los 7 puntos para los 3 años".

Otra de las cuestiones planteadas en la reunión por UGT y CCOO son las garantías escritas que exigen a la empresa para que no proceda a una segregación de sus negocios en filiales -de momento ya están estructuradas en unidades de negocio- y proceder después a la venta de algunas de ellas.

En este aspecto, las centrales acusan a la dirección de ser "demasiado mbigua" y "no ofrece seguridad al respecto sino que deja traslucir su intención de crear sociedades filiales en un futuro próximo".

Estas cuestiones son las que han llevado al Comité de Huelga de la empresa a mantener la movilización de 24 horas de paro el día 23, y estudiar medidas similares para las primeras semanas de enero. En concreto, la propuesta de Comisiones es parar el día 9 del mes que viene, mientras que UGT plantea una movilización de 3 días (9, 11 y 13).