Los secretarios generales de UGT y CCOO explicaron que l objetivo de estas movilizaciones, entre las que no descartaron una huelga general, es mantener una "profunda tensión social" para hacer recapacitar al Gobierno y conseguir que retire el decreto, condición que los sindicatos consideran imprescindible para negociar con el Ejecutivo.

Las ejecutivas de ambos sindicatos estudiarán por separado las acciones a desarrollar contra el decreto después de Semana Santa y, a continuación, mantendrán reuniones conjuntas para su puesta en común.

Redondo acusó l Gobierno de hacer esfuerzos "ímprobos" para intentar buscar una rápida confrontación social y la convocatoria de una huelga general por parte de los sindicatos con el recorte de las prestaciones por desempleo y la elaboración de una Ley de Huelga, pero señaló que "nosotros no cometeremos la equivocación de canalizar todo el esfuerzo en un día o en unas horas".

"Sabiendo lo que el Gobierno quiere, obraremos en consecuencia", dijo, al tiempo que explicó que "será un proceso largo en el que contestarems con contundencia. Puede haber varias tracas, unas más pequeñas que otras".

El líder ugetista aseguró que la puesta en marcha del decreto, del que dijo que es un "verdadero disparate", una "profunda provocación" y el mayor atentado a los trabajadores realizado nunca por un gobierno democrático, puede desencadenar "un ciclo largo de fuertes tensiones sociales que pueden derivar en una profunda crisis social".

Se mostró convencido de que el Gobierno socialista "no sacará adelante ni de broma un pln de convergencia macroeconómica y mucho menos de convergencia real sobre la base de una profunda tensión social".

Según Redondo, el plan de convergencia se hubiese aplicado con o sin la "cumbre" de Maastricht, "porque es una vieja aspiración del ex ministro Miguel Boyer y de Carlos Solchaga, que son la gente guapa, dar un tijeretazo a las conquistas sociales con el apoyo de Felipe González".

En opinión de Redondo, con medidas como el decreto del empleo llega a su punto final la esperanza suscitaa en 1982 en "una política de cambio y de progreso y la profunda ilusión de vivir en un país mejor, para terminar con un profundo malestar social y económico".

"PAIS DE COÑA"

En cuanto a si los sindicatos acudirán a la reunión si les convoca el Gobierno, Redondo señaló que "si nos llaman iremos. Otra cosa es que nos sentemos a negociar cuando no hay ninguna posibilidad". Afirmó que "este es un país, de verdad, de coña", refiriéndose a las declaraciones de Felipe González en las que afirma que quiereun diálogo "sosegado" con los sindicatos.

Por su parte, Antonio Gutiérrez insistió en que si el Gobierno no retira inmediatamente el decreto de recorte del seguro de paro, publicado hoy en el Boletín Oficial del Estado (BOE), para iniciar las negociaciones con los sindicatos, "el Ejecutivo será quien nos aboque a una etapa de conflictividad que no deseamos".

Añadió que "si el Gobierno ha optado por la fuerza del BOE, los sindicatos optaremos por la fuerza de la razón, la unidad y la movilización" al tiempo que auguró un futuro de desacuerdo y de incapacidad para alcanzar los objetivos económicos y sociales que exige la convergencia con Europa.

Para el máximo responsable de CCOO, "es una auténtica falacia y una tomadura de pelo decir que el decreto puede ser objeto de modificaciones en el Parlamento cuando entra en vigor a partir de mañana". Agregó que "a decretazo impuesto, la única solución es su retirada inmediata".

En su opinión, "el verdadero responsable de esta tropelía -refiriéndos al decreto sobre empleo- es el presidente del Gobierno y el artífice que se impone en el Ejecutivo con métodos monetaristas, aplicándolos incluso a las prestaciones sociales, es Solchaga". Del Ministerio de Trabajo dijo que es un "simple ordenanza" de los dos anteriores.

Gutiérrez no rechazó la convocatoria de una huelga general, pero matizó que "Comisiones prefiere seguir hablando de la necesidad de que se retire el decreto y se agoten unas negociaciones con los sindicatos que de manera injustificad se han burlado". Añadió que "no vamos a comportarnos a la desesperada porque algún Maquiavelo de aldea del Gobierno pudiese creer que con sus acciones le entraríamos al trapo".

Para Gutiérrez, el Gobierno, tiene que admitir que la aprobación de este decreto "ha sido un error, una auténtica metedura de pata colosal", ya que no ataja el fraude del INEM y únicamente "persigue y penaliza a los más débiles del mercado de trabajo, que son los parados y los trabajadores con contrato temporal".

Los sindcatos USO y CSI-CSIF también han manifestado hoy su total rechazo al decreto que recorta las prestaciones a los parados, ya que consideran que van contra de los intereses de todos los trabajadores, y piden que sea negociado con los interlocutores sociales.