En un comunicado difundido hoy, UGT resalta la necesidad de ditinguir el turismo vacacional masivo del de negocios, congresual, artístico y cultural. A su juicio, el primero está ya agotado, como así lo demuestra la caída en el número de visitantes e ingresos por turismo. No obstante, cree que este descenso aún no representa un problema grave parael turismo español.

Para el sindicato socialista, lo que sí puede ser un grave problema a medio plazo son los defectos estructurales del modelo turístico español, basado en un "desarrollo impresionante pero desregulado y salvaje" y en una oferta casi exclusiva de sol y playa.

A todo ello, según UGT, hay que unir el deterioro del medio ambiente, una dependencia muy fuerte de los "tour-operadores" extranjeros, que provoca la guerra de precios a la baja, y el descenso de la calidad de los servicios urísticos, como consecuencia de la existencia de una mano de obra barata y no cualificada.

DEFECTOS ESTRUCTURALES

La Federación de Hostelería y Turismo de UGT considera que, con guerra o sin guerra, el sector padece los defectos estructurales mencionados anteriormente y a los que, en su opinión, hay que buscar soluciones rápidas a través de la negociación entre todas las partes afectadas (Administración, empresarios y sindicatos).

UGT considera que, dado que es temporada baja para el turismo, l que hace que un gran número de empresas estén cerradas o con plantillas muy pequeñas, "los efectos de la guerra no son todavía visibles".

Reconoce que es cierto que los "tour-operadores" han parado en seco las contrataciones de paquetes de vacaciones para la próxima temporada alta, aunque, en su opinión, pueden estar utilizando el conflicto con fines especulativos, "para, si el conflicto se resuelve antes del verano, presionar a los empresarios españoles, que se verían forzados a rebajar los precios ara poder llenar los hoteles a última hora".

En cuanto al turismo de negocios, congresual, artístico y cultural de las grandes ciudades, UGT señala que desde el inicio del conflicto ha descendido considerablemente, aunque asegura que es una situación coyuntural y temporal, que volverá a recuperarse e incluso aumentará cuando termine la guerra.

Por ello, afirma que las pérdidas que están experimentando actualmente algunas empresas pueden ser compensadas con los beneficios de ejercicios anterioresfuturos, de manera que no está justificada la adopción de "medidas traumáticas y definitivas de carácter laboral, sino, en los casos necesarios, salidad transitorias que deberán pactarse con los sindicatos"