Zufiaur hizo estas declaraciones durante a inauguración en Madrid de unas jornadas de debate y reflexión sobre el pacto de competitividad, organizadas por UGT y CCOO y en las que también participan representantes de partidos políticos, catedráticos, abogados, economistas y sociólogos.

Según Zufiaur, el crecimiento de los precios de los servicios fue del 10,2 por ciento el pasado mes de mayo, casi tres veces superior al de los bienes industriales, donde los precios aumentaron un 10,2 por ciento.

El responsable ugetista señaló que ello noes debido en modo alguno a los incrementos salariales, que son iguales en ambos sectores, sino a factores intrínsecos a cada uno de ellos, como son sus respectivos mercados, el comportamiento empresarial a la hora de fijar los precios y las políticas desarrolladas, que, a su juicio, "son equivocadas".

Por todo ello, Zufiaur exige al Ejecutivo que pida responsabilidades del aumento de la inflación a quien las tiene, y no a los salarios. A su juicio, con los incrementos salariales actuales se puede reduir la inflación hasta el nivel en que está situada en los países del Sistema Monetario Europeo (SME).

POLITICA DE PRECIOS

Pero para ello, insistió Zufiaur, "es necesario que el Gobierno asuma la responsabilidad que le corresponde y aplique una política de precios que reconduzca los de los servicios al nivel que presentan los de los bienes industriales".

Aseguró que "si el Gobierno hubiera utilizado una política de control de precios en los servicios, la inflación podría estar hoy, no dentro de n año, en el 4,4 por ciento, sin necesidad de reducir los salarios nominales y sin el incomparable pacto que pretenden los señores Solchaga, Rubio y Cuevas".

En su opinión, incluso se podría reducir aún más la inflación y llegar al 3,5 por ciento en 1993, si al control de los precios en el sector servicios se añaden otras medidas complementarias, como el abaratamiento de los precios de las viviendas, la corrección de los errores en la política de transportes, mejorando los canales de distribución y coercialización, y controlando los márgenes de intermediación.

Zufiaur concluyó su intervención asegurando que la equiparación de la inflación española a la de los países de la banda estrecha del SME "está en la mano del Gobierno y depende esencialmente de su voluntad política para controlar los precios de los servicios, aunque ello le haga apartarse un poco de la ortodoxia liberal del Banco de España".

"Al fin y al cabo", añadió, "el seguir a pies juntillas las recetas de los gurús económicos le etá costando al Gobierno socialista un alto precio entre los trabajadores".