UGT califica esta decisión de Piqué en el último Consejo de Ministros de Industria de la UE de "maniobra", porqe "rompe con los compromisos contraidos en el Plan Estratégico de Competitividad (PEC) que desarrollaba las actividades del astillero hasta diciembre de 1998".

Según la central, dicho plan contempla que la empresa se vaya a dedicar a la reparación y transformación de buques con una plantilla consolidada de casi 300 trabajadores y posibilidades de incorporar más para cubrir el descenso vegetativo".

Frente a ello, el sindicato advierte que la medida aceptada por el Gobierno español implica reducir a capacidad de la factoría un 50% y hará abandonar un segmento de negocio con mayor valor que el de las reparaciones, arriesgando la estabilidad de la plantilla.

Sin embargo, el responsable de Industria, Josep Piqué, afirmó que "las inversiones realizadas en el Astillero permiten asegurar no sólo la actividad, sino también el empleo".

El ministro explicó que dicho compromiso del Gobierno responde a una exigencia de Bruselas, ya que ampliar la actividad de la factoría cántrabra a la transformaciónde embarcaciones supondría elevar el tope de capacidad productiva que tiene asignado en función de las ayudas que percibe.