La misiva, a la que tuvo acceso Servimedia, está firmada por Fernando Romay, secretario general de la UFP y vocal del Consejo de Policía, y en la misma se explica que este sindicato no entiende las "instrucciones impartidas a los escoltas y conductors por parte de la Unión Central de Protección, sobre la designación de un tope máximo para la realización de comidas, producidas por necesidades del servicio y como consecuencia de un trabajo continuado de mañana y tarde".

Los escoltas recibe 1.400 pesetas para comer y se quejan de que con ese dinero no pueden pagar la factura en "determinados" restaurantes visitados por muchas de las personas a las que dan protección.

"Si se abona esa cantidad limitada, a muchas personas escoltadas al comer y cear se las deje sin protección, durante el tiempo que su escolta busca una tasca para tomar un bocata y un café", según la UFP.

"Otra alternativa sería que el policía abonara de su bolsillo unas cantidades que su escaso y congelado salario no le permiten", explicaron dirigentes de este sindicato, que consideran que "se perjudica la operativa policial con tales criterios".

Otra de las quejas que la UFP ha transmitido a Mayor Oreja es la relacionada con el cobro esas dietas por comida. Según VázquezRomay, "si como viene ocurriendo hasta ahora la compensación de dichos gastos se percibe en concepto de complmento de gratificación, teniedo por ello que incluirlo en su declaración de renta y debiendo justificar los mismos por medio de factura, no entendemos por que limitar la cuantía de los gastos".