En su última resolución sobre la integración de las mujeres en el mercado laboral de los sectores científico y tecnológico, el Consejo se hace eco de los informes presentados por el grupo de Helsinki y por la Red Europea de Evaluación Tecnológica (ETAN), en los que se ponía en el punto de mira la dramática situación del colectivo femenino en este sector.

Los informes apuntaban hacia na reducción aún mayor de la participación de la mujer en los mercados laborales en torno a la investigación, motivada en parte por la imposibilidad de acceder a puestos directivos, adquirir ciertas responsabilidades o liderar proyectos científicos.

El grupo de Helsinki advirtió hace un par de meses de la falta de medios para analizar con detenimiento las causas de la escasa inserción de las mujeres en el sector, ni siquiera para recoger datos sobre su presencia real en los procesos de investigación. Además, denunció la discriminación sexista que prevalece en el mundo científico y la limitación que un sólo punto de vista puede aportar a un sector clave en el crecimiento europeo y en su repercusión sobre otros sectores.

El Consejo ha reconocido la necesidad de impulsar el diálogo con la sociedad en el ámbito de la ciencia, así como de fomentar el interés de los más jóvenes por este sector.

Por eso, mediante esta resolución apoya firmemente la intención de la Comisión Europea de llegar al 4% de participación de la mujer en el sector científico, para promover la igualdad de sexos, y anima a todos los Estados miembros a promover la posición de las mujeres en las distintas comunidades científicas nacionales, analizando con detalle su papel en el desarrollo tecnológico y su rol en la toma de decisiones.

En esta línea, el Consejo mantiene su invitación al Ejecutivo Europeo de tener muy en cuenta esta diferencia de participación entre mujeres y hombres a la hora de elaborar el plan de acción obre ciencia y sociedad antes de finales de 2001.