El documento enviado por el Ejcutivo europeo a la FIFA señala que las normas, establecidas en 1996, limitan el acceso de personas cualificadas al desarrollo de la actividad, por lo que el comisario de Defensa de la Competencia, Mario Monti, advirtió de que la FIFA deberá corregir el reglamento.

Según la Comisión Europea, la normativa quebranta el principio de competencia con la prohibición de que clubs y jugadores utilicen agentes que no tengan licencia, la negativa a que las empresas puedan obtener estas licencias y la provisión e una garantía bancaria no retornable de unos 21 millones de pesetas.

Asimismo, indica que los objetivos que pretende conseguir la FIFA con esta normativa, como la profesionalidad de los agentes o una salvaguarda contra denuncias, podrían conseguirse con normas que no afectasen a la competencia.