Interrogado por el eurodiputado Esko Seppnen, el comisario de Cultura y Sector Audiovisual, Marcelino Oreja, declaró que este tipo de lucha libre es "un excelente ejemplo de los riesgos que amenazan al deporte y a la televisión cuando sólo se persiguen beneficios económicos".

El eurodiputado mostró su preocupación pr la gran popularidad que está adquiriendo este deporte en la Unión Europea. Suecia, Finlandia y los Países Bajos son los países donde más se practica este "espectáculo bárbaro, brutal e inhumano", según el eurodiputado.

Estos deportistas podrían, según Marcelino Oreja, considerarse trabajadores, por lo que sería posible incluirlos bajo las directivas del derecho laboral. Entre ellas, podrían aplicarse la que mejora la seguridad y la salud en el trabajo y la que protege a los jóvenes en el trabajo.

En cualquier caso, es el Consejo de Justicia y Asuntos Internos quien tiene competencia para actuar en este ámbito, señaló Oreja. El comisario añadió también que esta actividad no es típica de tradiciones culturales ni deportivas.