Así se recoge en una directiva que actualiza normas de calidad del aire en toda la Unión Europea y que el Consejo de la UE dio luz verde definitiva este lunes tras dos años de recorrido por las instituciones comunitarias tras la propuesta inicial de la Comisión Europea en octubre de 2022. La actualización anterior de la norma se remonta a 2008.

El texto se publicará en el Diario Oficial de la UE y entrará en vigor el 20º día siguiente a su publicación. Desde entonces, los países comunitarios tendrán dos años para incorporar la directiva a sus legislaciones nacionales.

La Comisión Europea revisará las normas de calidad del aire como muy tarde en 2030 y, a partir de entonces, cada cinco años en función de las últimas evidencias científicas.

Las nuevas normas contribuirán al objetivo de la UE de contaminación cero para 2050 y ayudarán a prevenir muertes prematuras por la contaminación atmosférica.

SALUD COMO PRIORIDAD

La directiva revisada prioriza la salud de los ciudadanos de la UE al establecer nuevos estándares de calidad del aire para los contaminantes, que deben alcanzarse de aquí a 2030 y que se ajustan más a las directrices de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Entre esos contaminantes se incluyen, entre otros, las partículas PM10 y PM2,5; el dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre, todos ellos conocidos por provocar problemas respiratorios. Los países de la UE pueden solicitar que se posponga la fecha límite de 2030 si se cumplen determinadas condiciones específicas.

La nueva directiva garantiza un acceso justo y equitativo a la justicia para las personas afectadas o que puedan verse perjudicadas por su aplicación. por ello, los países comunitarios deben garantizar que los ciudadanos tengan derecho a reclamar y obtener una indemnización cuando su salud se vea perjudicada por una infracción de las normas de calidad del aire.

RIESGO MEDIOAMBIENTAL

La contaminación atmosférica es el mayor riesgo medioambiental para la salud en Europa, ya que los contaminantes pueden ser nocivos tanto para los seres humanos como para el medio ambiente. Cada año, alrededor de 300.000 muertes prematuras en Europa se deben a la contaminación atmosférica.

Con las nuevas normas, la UE pretende conseguir una trayectoria de contaminación cero del aire a más tardar en 2050, en sinergia con el objetivo de alcanzar entonces la neutralidad climática, es decir, que las emisiones de gases de efecto invernadero expulsadas a la atmósfera se compensen con lo que absorben sumideros naturales como bosques y océanos.