La sentencia señala "que estimando en parte la demanda formulada por José Antono Martínez Soler frente a TVE y el Ministerio Fiscal, debo declarar y declaro la improcedencia del despido practicado con fecha 18-7-96 en la persona del actor, condenando como condeno a TVE S.A. a que, y a su eleccción, readmita al trabajador demandante en las mismas condiciones que regían antes de producirse su despido, o que le abone una indemnización por importe de 1.660.701 pesetas".

La sentencia añade que a la indemnización deberá sumarse el abono de "los salarios dejados de percibir desde la feha del despido hasta la notificación de la presente resolución, a razón de 44.285 pesetas diarias (...), de los que cabrá deducir las cantidades abonadas en concepto de indemnización por importe de 3.975.312 pesetas".

Tras conocer la resolución del juzgado, Martínez Soler declaró a Servimedia que "se ha hecho justicia. Estoy muy satisfecho porque he comprobado que las instituciones democráticas funcionan y que el Gobierno no puede discriminar o perseguir impunemente a ningún ciudadano por sus ideas". l periodista calcula que en total percibirá alrededor de 8 millones de pesetas.

TVE

Por su parte, fuentes oficiales de TVE indicaron a Servimedia que el Juzgado de lo Social número 36 de Madrid ha rechazado a través de sentencia firme que la conducta de TVE vulnerase los derechos constitucionales de libertad ideológica y libertad de opinión e información del ex corresponsal José Antonio Martínez Soler.

"Martínez Soler alegaba despido nulo por persecución política, pero el juzgado ha rechazado ete plantemiento y ha aceptado las razones de austeridad y profesionalidad alegadas por TVE para extinguir su contrato, al ser sustituido por un redactor fijo de plantilla", indicaron las fuentes consultadas.

La dirección de TVE no recurrirá la sentencia y procederá al pago de la indemnización correspondiente, extinguiendo definitivamente su relación laboral con el periodista, según las mismas fuentes.

La destitución de José Antonio Martínez Soler como corresponsal de TVE en Nueva York provocó unagran polémica de la que se hizo eco la prensa internacional. El periodista demandó a TVE alegando que su cese se produjo por persecución política e ideológica como consecuencia de una entrevista realizada al presidente del Gobierno, José María Aznar.