Entre los motivos que han llevado a Tudor a obtener estos resultados figuran los costes derivados de los justes de plantilla en 1993 y 1994, y la rescisisón de un contrato de compra-venta de terrenos por impòrte de 1.359 millones de pesetas.

Según los portavoces de Tudor, las pérdidas del 93 después de unos resultados extraordinarios negativos de 5.357 millones, son consecuencia de unas indemnizaciones de 1.392 millones de pesetas para acometer los ajustes laborales de 1993, así como de una provisión de 1.500 millones para abordarmedidas similares en 1994.

La facturación del grupo fue de 62.630 millnes de pesetas, un 2 por cien menos que en 1992, que sin contar el efecto favorable de las nuevas paridades de la peseta se sitúa en niveles de caída aún superiores, en el 10 por cien.

Los responsables de Tudor estiman que, el actual comportamiento de la compañía permitie aventurar la vuelta a los beneficios en 1994, con tendencia a consolidarse en 1995, después de que los avances de resultados hasta el pasado mes de abril arrojase unas pçérdidas un 28,85 por cien inferiores a las del año pasado por ls mismas fechas.