Los hechos se remontan a 2018, cuando el acusado, que era amigo cercano de la familia de la menor, presuntamente realizó tocamientos a la niña en hasta tres ocasiones cuando se encontraba a solas.

Estos hechos habrían tenido lugar a finales de octubre de 2018 y en el verano de 2019. No fue hasta diciembre 2020 cuando la menor contó a una orientadora sexual en el colegio y después a su madre los incidentes. En ese momento, dieron el paso de denunciar.

Sin embargo, la sentencia acreditó que hasta esa fecha la relación entre el acusado y la familia se mantuvo, incluida con la menor, con quien habló en diferentes ocasiones para quedar mediante la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp.

De esta forma, la Audiencia Provincial de Salamanca falló el pasado 7 de marzo de este año que no se había probado que el acusado cometiese los actos denunciados.

Tras ello, la familia de la víctima interpuso el recurso de apelación que ahora ha desestimado el TSJCyL, con lo cual serán ellos quienes deban abonar los costes del proceso. Ahora, la decisión del tribunal puede ser objeto de un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.