En su escrito de conclusiones, Valcárcel se refirió al "juicio paralelo" que desde la prensa se ha realizado, antes de inciarse la vista oral, en contra de los magistrados del TSJC y del propio ministerio fiscal.

Valcárcel calificó de "vilezas y bajezas" las insidias dirigidas, a su juicio, contra jueces y fiscales a través de campañas de prensa, y señaló de forma contundente que "en los tribunales es donde se ganan o pierden los juicios". Durante su intervención ante el TSJC, no faltaron constantes referencias al papel desempeñado por el principal procesado, Juan Hormaechea, durante el desarrollo de la vista oral. Valcárcel calificó de "esperpénticos interrogatorios" las intervenciones del presidente regional.

Valcárcel dijo no comprender como el jefe de un Ejecutivo regional, que es abogado, puede caer en las "insensateces" de cometer actos "que son propios de un país bananero", como los descritos por los funcionarios en el transcrso del juicio.

Asimismo, rechazó "las amenazas y coacciones" descritas por los empleados públicos en el transcurso de la vista oral, y señaló que es "intolerable" que este tipo de actuaciones se den por parte de los miembros de un gobierno.

Respecto a los hechos imputados a los diez procesados, el fiscal jefe del TSJC explicó que "todos tienen responsabilidad por tratarse de una entidad colegiada" y lamentó el uso del poder ejercido por los miembros del primer equipo de Gobierno de Hormechea "poque las leyes no están hechas para ser utilizadas al capricho del Ejecutivo".

Valcárcel terminó su intervención afirmando que, en los hechos que se juzgan en el TSJC, "la calidad de las irregularidades han sido notables".