Trillo, a quien Aznar sondeó como posible portavoz del PP en el Congreso antes de proponerle como presidente de la Cámara Baja, ha manifestado a los diarios "AB", "El País" y "La Vanguardia" que la operatividad de la Cámara "estará en función de la estabilidad de los pactos, es decir, el grado de integración de los programas y del grado temporal del apoyo".

El presidente del Congreso ha defendido que "no se puede someter la gobernabilidad a una negociación diaria, a un trueque, por su puesto legítimo, pero cotidiano. La gobernabilidad por la que siempre ha apostado CiU exige acuerdos estables".

Sobre su carrera política, Federico Trillo reconoció que lapasada legislatura trabajó "con dureza" para ser ministro de Justicia, y afirmó que de saber que iba a ser presidente del Congreso habría empleado un tono menos duro de sus intervenciones en la Cámara.

"Preparé un buen programa, y un buen equipo para el Ministerio de Justicia. Habría aceptado hacerme cargo de ese ministerio. Pero siempre he preferido este puesto (presidente del Congreso)", ha indicado.

En su opinión, la nueva legislatura abre un camino "histórico" para el poder autonómico. "Tenems la oportunidad de hacer verdad el sueño de Cambó", dijo, "la de construir una España plural en la que cada identidad pueda sentirse segura y que ponga en común con las demás una construcción de España".