Trillo lamentó en declaraciones a Radio Nacional que "un asunto tan trascendente para la libertad de los españoles y tan importante para la configuración de nuestra democracia se pueda quedar en la anécdota de los insultos de Corcuera".

"El drama de Corcuera", añadió, "es que su propio Gobierno legalizó la droga y él ha pretendido acabar con la droga, no ilegalizándola, sino através de limitar las libertades de los ciudadanos". "Las patadas a la puerta de la 'ley Corcuera' eran para los pequeños nimoristas y no han conseguido probar nada de gran tráfico de drogas a través de estos domicilios".

Trillo pidió "que nadie se alarme. La anulación de la ley Corcuera no va a suponer la liberación de ningún gran narcotraficante ni de ningún traficante de droga, sino la revisión de la prueba en la que se basa parte de la imputación de pequeños minosistas. Pero si estos señores estánprocesados, porque hay otros indicios racionales de criminalidad, en modo alguno les va a afectar que se anule la prueba de la patada en la puerta".