La empresa despidió el pasado 29 de septiembre a Angel Casado, mozo de equipajes del hotel ubicado en la capital de España, argumentando que delante de tres compañeros había dicho textualmente "que había acompañado a un cliente en el ascensor del hotel y que se habían gustado y me pidió el cliente que me queara en su habitación, lo que le consteste que subiría la hora de la cena, pues no podía quedarse en ese momento.".

La dirección de Husa Hoteles consideró que estos hechos son una falta muy grave, susceptible de ser sancionados por el despido, y decidió rescindir su contrato, que regía desde 1991.

El juez consideró no probados estos hechos, pese a haber declarado dos de los tres trabajadores citados como testigos. Por ello, aseguró que "la conducta de la empresa ha constitudo una conducta discrimiatoria por razón de las inclinaciones sexuales del actor que ha visto limitados sus derechos o sus legítimas expectativas".

Tras declarar la nulidad del despido, el juez condenó a Hoteles Husa a la readmisión del trabajadores y al abono de los salarios dejados de percibir. Contra esta sentencia cabe recurso ante el Tribunal de Justicia Superior de Madrid.