La resolución judicial, que es la primera de estas características que se toma en nuestro país, ha tenido en cuenta las múltiples denuncias que, durante los últimos años, había venido haciendo al respecto la asociación ecologista Greenpeace.

El colector que "La Montañanesa" tenía previsto construir hubiera trasladado los vertidos unos cinco kilómetros más allá del punto donde actualmente desemboca en el Gállego, lo que, en opinión de la asociación ecologista, nosolucionaba el problema de contaminación existente.

Según Greenpeace, los vertidos realizados hasta ahora han convertido al río Gállego "en una auténtica cloaca que va a verter sus aguas al río Ebro".

Desde hacía años, Greenpeace venía luchando para que la papelera, cuya actividad se encuadra en el sector de las más contaminantes después de la industria química, se inclinase por la utilización de tecnología limpia sin impacto en el medio ambiente.