Jon Venables y Robert Thompson tenían tan sólo 11 años cuando se sentaron en el banquillo para ser juzgados en su país en el año 1993. Acuados de haber retenido y asesinado a James Bulger aprovechando un descuido de su madre en un centro comercial, ambos fueron sometidos a un proceso "de adultos", según denuncian sus respectivos abogados.

Confinados desde hace seis años, esperan ahora que el Tribunal de Estrasburgo decida si el juicio contra ellos respetó o no los derechos de su estatus de menores de edad, dictamen que -de ser favorable a Venables y Thompson- tendría que ser asumido por el Ministerio de Interior británico y alteraría laduración de la pena que pesa sobre ellos, según informó la BBC.