La institución europea entiende que las actuaciones de la comisión son apropiadas y contribuyen a la instauración de la democracia como régimen político, así como a la defensa de los derechos humanos.

Sin embargo, el tribunal entiende que existen ciertas deficiencias en la labor e la UE y cree que se debe simplificar el marco jurídico y presupuestario de los programas de ayuda exterior, que en la actualidad resultan complicados.

Por su parte, la Comisión Europea entiende que el actual marco jurídico y presupuestario es el óptimo y proporciona una cobertura adecuada a los esfuerzos comunitarios en materia de derechos humanos.

La institución también se queja de la falta de personal que se ocupa de la gestión de los programas, y propone mejorar la selección de proyectos y scios de las actividades y comprometerse a que la ayuda comunitaria tenga una incidencia a largo plazo.

En este sentido, la UE se muestra de acuerdo con el informe del tribunal europeo y entiende que la falta de personal es uno de los grandes males que afectan a su labor, que obstaculiza la gestión correcta de los programas comunitarios.

Para emitir su dictamen el Tribunal de Cuentas Europeo se ha valido de las evaluaciones que la propia comisión realiza sobre sus actividades de cooperación y finaciación de proyectos humanitarios.

Como medidas de mejora, la institución propone que se tienda a una descentralización de la gestión de los programas y a un seguimiento detallado de sus resultados.