La investigación que ha concluido con la imposición de esta multa por una práctica considerada como restrictiva de la competencia se abrió a raiz de una denuncia presentada por la Unión de Consumidores de España.

La resolución del Tribunal de Defensa de la Competencia, fechada el 11 de mayo de 1998 y difundida hoy, señala que la recomendación de un precio unifome es una conducta prohibida, "aunque graduando su importancia como venial y reconociendo atenuantes en su comisión, por lo que la autora es merecedora de una sanción que no sea muy importante".

El tribunal enumera tres circunstancias atenuantes: "la primera es que no se trata de una decisión colectiva para recomendar un precio de venta a los participantes, sino una decisión de una asociación para recomendar a unos terceros, los videoclubs, que practiquen con el público un precio recomendado. La seguna es que se trató de dar apoyo, durante un breve lapso de tiempo, a una campaña transitoria de publicidad que se pone en marcha ante la situación de crisis que experimentaba a la sazón el sector. La tercera circunstancia que matiza la práctica es que no tuvo efectos sobre el mercado".

La resolución añade que la responsabilidad recae exclusivamente sobre la patronal del sector, y no sobre las empresas que pudieron seguir su recomendación.