Esta práctica fue denunciada por la Confederación Asturiana de la Construcción el 16 de diciembre de 1992, de acuerdo con una sentecia del Tribunal de Defensa de la Competencia difundida hoy, según la cual el Colegio de Arquitectos no negó esa practica, si bien alegó que no produce efectos anticompetitivos.

Por contra, el tribunal considera que la recomendación del colegio "ha ejercido una profunda influencia en la conducta de los colegiados a la hora de fijar los precios en los presupuestos, teniendo apreciables y significativos efectos sobre la competencia".

Además, el Colegio de Arquitectos es el único que puede otorgar e visado a los proyectos de obra, el cual es preciso, a su vez, para obtener la correspondiente licencia de construcción municipal.

Sin embargo, el tribunal no considera probada la existencia de abuso de posición dominante por parte del colegio de Arquitectos de Asturias consistente en negar el visado de los proyectos si el importe de los mismos no se ajusta a la lista de honorarios aconsejados.