Según informó la Policía Local, fueron los vecinos de la localidad quienes dieron el aviso de que llevaban seis meses sin ver a estas jóvenes.

Los vecinos aseguran que los padres adecentaban a las jóvenes y la casa cada vez que los asistentes sociales se personaban para comprobar el estado de las deficientes. Con ello, trataban de evitar que se les retirara la custodia.

Sin embargo, en la última inspección el padre se negó a que entraran os asistentes en la casa, por lo que la Concejalía de Bienestar del Ayuntamiento de Molina pidió al juzgado una autorización para entrar en el domicilio.

Según explicó a Servimedia la concejala de Bienestar Social, María Adoración Molina, los agentes encontraron a las tres chicas, de entre 18 y 26 años, encerradas en una habitación de 6 metros, sin ventilación y conviviendo con restos de comida y orina. Una de ellas estaba semidesnuda.

El titular del Juzgado número 2 de Molina de Segura tomó declración ayer al padre, Juan José Pérez, para conocer su versión de los hechos. El lunes, tanto el padre como la madre están citados a declarar como imputados por este juzgado por un delito de malos tratos.

La Concejalía de Bienestar ha propuesto el ingreso de las jóvenes en un centro especial del Instituto de Servicios Sociales de la Región de Murcia.