Estos datos han sido dados a conocer hoy por el Instituto de Estudios Turísticos (IET) dependiennte del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Según el informe, los pasajeros extranjeros transportados por estas compañías durante 2005 creció un 31%, cifra que supone cierta disminución en su ritmo de crecimiento en relación a la evolución seguida en años anteriores.

El número de vuelos operados por estas compañías ascendió a 116.000, con una subida del 29% respecto al año anterior. Su grado de ocupación fue del 81%, superándo en cuatro puntos porcentuales el alcanzado por las compañías tradicionales.

El 74% de la cuota de mercado de estas aerolíneas estuvo en manos de cinco compañías aéreas, lideradas por Easyjet (21,2%) y Ryanair (20,9%), las cuales transportaron un 15% y un 70% más de pasajeros que el año anterior.

Teniendo en cuenta también las compañías tradicionales, Easyjet, Ryanair y Air Berlín ocuparon la segunda, tercera y cuarta posición, precedidas únicamente por Iberia.

Easyjet materializó los traslados del 42% de los pasajeros recibidos en España con origen en el Reino Unido, que se dirigieron, por este orden, a Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña.

Ryanair, por su parte, alcanzó en 2005 el segundo puesto en el ranking de aerolíneas de bajo coste en España. Aproximadamente la mitad de sus pasajeros procedieron del Reino Unido, eligiendo mayoritariamente como destino Cataluña.

Por su parte, Air Berlín transportó al 71% de los pasajeros procedentes de Alemania a través de compañías de bajo coste, siendo Baleares y Canarias el destino principal de los mismos.

Por otro lado, seis comunidades autónomas: Cataluña, Baleares, Andalucía, Comunidad Valenciana, Canarias y Madrid concentraron el 92,3% del tráfico aéreo generado por estas compañías.

El perfil del turista que viajó a España en una compañía tradicional fue similar al que lo hace en una de bajo coste. En ambos casos se trata de un viajero entre 25 y 44 años, que viaja mayoritariamente con su pareja o solo, con estudios superiores, con una renta media o renta media-alta y con una ocupación laboral.

Los turistas de bajo coste, con un peso del 29%, realizaron un gasto menor que los de compañías tradicionales (el 71% restante), dado que el segmento de gasto asociado a los mismos fue de un 21%, frente al 79% de los turistas de compañías tradicionales.

El gasto en transporte correspondiente a los turistas de bajo coste supuso un 34% del presupuesto total de su viaje, frente al 38% de los de compañías tradicionales, mientras el alojamiento representó un 23% y un 27%, respectivamente.