A una gran distancia se sitúan la inmigración, que ocupa el cuarto lugar entre las preocupaciones (16,1 por ciento), el terrorismo de ETA, relegado al cuarto puesto, con el 16 por ciento, y la vivienda, que preocupa al 13,1 por ciento de los encuestados, superando la inseguridad ciudadana, que ocupaba el sexto puesto en marzo.

Estos datos revelan un ligerísimo descenso de la preocupación por el paro respecto al mes anterior y un aumento de la preocupación por la situación económica, la inmigración y la vivienda.

Al ser preguntados por un único y principal problema de España, el 52,9 por ciento cita el desempleo, el 26,4 por ciento menciona los problemas de índole económica, y ya con el 3 por ciento, los encuestados citan la inmigración, y la clase política y los partidos, con el 2,6 por ciento, como el cuarto problema de España.

Los problemas que más afectan personalmente a los encuestados son, por este orden, las dificultades económicas (43,6 por ciento), el paro (38,9 por ciento), la vivienda (11,6 por ciento) y la inseguridad ciudadana, con el 8,3 por ciento.

Si se pide a los encuestados que sólo citen un problema como el principal que les afecta en primera persona, el 29,1 por ciento menciona el desempleo, el 28,2 por ciento cita los problemas económicos y el 4,2 por ciento alude a las pensiones.

Empeora también la percepción sobre la evolución de la economía. El 71,3 por ciento considera que la situación es mala (40,2 por ciento) o muy mala (31,1 por ciento), el 24,8 por ciento la ve regular y sólo el 3,6 por ciento la considera buena (3,5 por ciento) o muy buena (0,1 por ciento).

Dentro de un año, el 32,3 por ciento considera que la coyuntura económica irá a peor, el 35,1 por ciento aventura que estará igual y el 20,8 por ciento piensa que mejorará.

En cuanto a la situación política, el 46,9 por ciento afirma que es mala (29,5 por ciento) o muy mala (17,4 por ciento), el 37,7 por ciento dice que es regular y el 10,4 por ciento la considera buena (710 por ciento) o muy buena (0,4 por ciento).

En doce meses, el 46,7 por ciento de los encuestados cree que la situación política seguirá igual, frente a un 21,2 por ciento que la prevé peor y un 15,5 por ciento que espera una mejoría.

La encuesta del CIS se basa en 2.481 entrevistas realizadas en 237 municipios de 45 provincias entre los días 14 y 21 de abril.