Según un estudio de la universidad alemana de Karlsruhe y la consultora suiza Infras AG sobre "Costes sociales y económicos en el mercado de transporte", y difundido por Renfe, el tren no es sólo un gasto que soporta la sociedad española, porque descontando el funcionamiento, mantenimiento y gestión de la deuda, "ahorra a los contribuyentes españoles unos 123.000 millones de pesetas anuales".

El estudio señala que los trenes de larga distancia son los que más contribuyen al ahorro, unos 38.000 millones de pesetas, por ser la alternativa al tren en los largos trayectos por carretera, precisamente en los que se produce la mayor accidentalidad, añade e informe.

Los trenes de cercanías reportan un ahorro de 36.000 millones al año, pero en este caso, a los menores costes por siniestros se suma la reducción de la congestión en la grandes ciudades y el ahorro que esto comporta en lucha contra la contaminación atmósférica y acústica, y la reparación del deterioro del medio urbano.

Por su parte, los trenes de mercancías evitan unos costes a los españoles de unos 40.000 millones de pesetas, de los que 28.500 son por los trenes de cargas y 11.500 millnes por los de Transporte Combinado.

Según el estudio, un tren ofrece la capacidad de transportar la carga de 40 camiones de unas 25 toneladas, lo que reduce la congestión de carreteras y la contaminación.

El estudio parte del supuesto de la no existencia del tren, y considera que los accidentes, contaminación, etcétera, que generaría su no presencia como medio alternativo originaría mayores costes en fuerzas de seguridad, medios de protección y asistencia a los ciudadanos, costes de seguros y pédidas de producción en áreas urbanas.