Según comentó Piqué a Antena 3 Televisión, "la historia de ETA nos obliga a ser cautos y escépticos, porque está lena de escisiones". Por ello, dijo que el Ejecutivo "esperará a que ETA pase de suspensión de pagos a situación de quiebra", antes de adoptar medidas de generosidad.

Tras recordar que ha habido otras treguas que finalmente han acabado rompiéndose, el ministro comentó que "no está de más seguir mirando debajo del coche", ya que "no sabemos todavía si estamos ante una tregua táctica".

Respecto a la entrevista que mantuvieron ayer en Moncloa José María Aznar y Xabier Arzalluz, afirmó que "fue una cnversación muy franca", en la que "no se obvió ningún tema y se habló con toda crudeza de todo lo que tenía que hablarse".

FIRMEZA DEL GOBIERNO

A juicio del portavoz del Gobierno, "en el origen de este cambio de actitud de ETA está una política encaminada a considerarla un fenómeno no sólo circunscrito a los comandos operativos, sino que es todo un entramado mucho más complejo. Cuando una política da resultados hay que adaptarla flexiblemente a los cambios de circunstancias, pero no modificarla".

"La firmeza de la política antiterrorista en los dos últimos años está en la base de lo que es ya una derrota. Sin duda es una rendición, porque por ese camino no iban a conseguir nada nunca", añadió.

"Tenemos tal ansia de paz que corremos el riesgo de precipitarnos", continuó. "Hay que seguir observando las cosas con serenidad. Hay cosas que son irrenunciables, porque la paz no tiene precio".