El retraso se originó por la sustitución de empleados que habían solicitado el traslado a otros destinos fuera de Madrid por otro con menos experiencia en la tarea de transmisión de telegramas.

Para paliar esta situación, Correos ha dado prioridad a los telegramas de los particulares, en perjuiio de los expedidos por organismos oficiales, que cuentan con franquicia gratuita, y que son los más afectados por los retrasos.

Además, Correos ha preparado refuerzos de personal para mañana, sábado, lo que será suficiente para normalizar la situación, según los responsables del servicio postal. Los retrasos en el envio de telegramas (que normalmente tardan un máximo de un día en llegar a su destinatario) sólo han afectado a Madrid.