Algunos usuarios se quejaron de que el pasado fin de semana tuvieron que soportar largas colas, a la espera de la llegada de los autobuses, que, en algunos casos, pasaban por las paradas con intervalos de hasta media hora, según los viajeros.

Asimismo, miembros de la Plataforma Sindical, central mayoritaria en la EMT, comprobaron el pasado ábado el desarrollo del servicio y aseguraron que tres coches fueron retirados al detectarse problemas en el circuito de televisión.

Por su parte, Burgaleta restó importancia a estos problemas e insistió en que todos los fallos del fin de semana han sido subsanados y esta mañana el servicio funcionó con "absoluta normalidad".

En su opinión, la valoración del servicio debe realizarse una vez que haya transcurrido al menos una semana desde la puesta en marcha de estos autobuses, conocidos popularmete como "gusanos".

"Cuando un coche sala a la calle por primera vez", explicó, "existe lo que nosotros denominamos enfermedades precoces, que producen algunos fallos en los vehículos. Sin embargo, esto no quiere decir que los autobuses sean técnicamente inapropiados o que las deficiencias sean escandalosas. Todo se resolverá con el correspondiente ajuste y puesta a punto".

Burgaleta reconoció que, de los 9 coches que entraron en servicio en la línea 27 el pasado sábado, hubo problemas en tres, deido a fallos en los sistemas de luces, refrigeración y alimentación.

La EMT, que en los días laborables pondrá en funcionamiento 30 "gusanos", confía en que las frecuencias de paso se sitúen en torno a los siete minutos entre coche y coche, y en que este promedio sea suficiente para absorber la demanda de viajeros en una de las líneas más utilizadas en el casco urbano de Madrid.