Según un comunicado divulgado este jueves por la asociación, el precio del gas natural se ha duplicado en el último mes y, de no solucionarse este encarecimiento, podría provocar el cierre de muchas de las empresas con flotas de transporte movidas por gas natural. En la actualidad, hay entre 12.000 y 15.000 camiones propulsados por gas natural en España, una minoría dentro de un sector en el que más del 90% de los vehículos utilizan diésel.

“Reclamamos al Gobierno medidas que impidan que justamente quienes de forma más decidida han apostado por disminuir su impacto ambiental derivado de su consumo energético, vean ahora frustrada su viabilidad por causa de esa decisión”, defendió el vicepresidente ejecutivo de Astic, Ramón Valdivia, quien pidió así ayudar a las empresas que han realizado “costosas inversiones” para transformar su parque rodante en uno más sostenible.

En este sentido, Valdivia insistió en que las empresas afectadas por la subida del precio del gas natural han sufrido un “importante varapalo” en los últimos meses “que amenaza con impedir su viabilidad económica a corto plazo”. “No olvidemos que el combustible representa, de media, un tercio de los costes operativos de un camión. Y esta situación, además, también está generando una gran desconfianza en este tipo de apuestas por el gas natural vehicular e, incluso, en otras energías alternativas sostenibles que puedan ir apareciendo en el mercado”, añadió el vicepresidente de Astic.

En el transcurso de las negociaciones mantenidas entre el ministerio y el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) –del que forma parte Astic– para la desconvocatoria del paro sectorial de diciembre se acordó la obligatoriedad de la aplicación de la cláusula de revisión del precio del transporte en función de la evolución del precio del gasoil.

En estas reuniones, Astic también solicitó que se aplicase esta fórmula a otras fuentes de energía –a corto plazo, al gas natural, y a medio o largo plazo, a otras energías como la electricidad–. Los representantes del Ministerio de Transportes aceptaron estudiar la propuesta, pero, según Astic, matizaron que no podrían aplicarla en la nueva legislación “porque actualmente no se dispone de un indicador nacional aceptado para la evolución del precio de la energía cuando esta no es gasoil”, es decir, no existe ninguna referencia para la aplicación de la fórmula de revisión del precio del gas natural.