La policía intervino al detenido alrededor de 2.000 cajetillas de tabaco de contrabando de diferentes marcas, además de dos millones de pesetas en efectivo y dos vehículos.

El arrestado, de 46 años de edad, responde a las iniciales R.G.G. y trabajaba como empleado de una compañía de transportes de viajeros de Sevilla, puesto del que se valía para efectuar sus operaciones.

Una parte de la mercancía ilegal de tbaco fue interceptada por la Policía en el interior de uno de los vehículos dedicados al transporte de viajeros donde trabajaba el detenido.

El resto del alijo de tabaco incautado fue localizado en la vivienda del contrabandista, donde la policía detuvo también a su compañera y colaboradora M.C.B., de 43 años.

La Policía puso las cajetillas de tabaco aprehendidas a disposición del servicio de aduanas de Sevilla.

Esta operación fue realizada por funcionarios de la sección de estupefacientes d la Brigada de la Policía Pudicial sevillana.

Las investigaciones comenzaron cuando los agentes sospechó del alto nivel de vida que llevaba el detenido, muy superior al de sus posibilidades.

R.G.G. había adquirido recientemente una vivienda por valor de unos 27 millones de pesetas, pese a encontrarse de baja laboral en la compañía de transportes donde trabajaba desde hacía dos años.

El entrada ilegal de tabaco provocó la protesta reciente de los propietarios de los estancos de Sevilla por eldeterioro de su negocios.

Desde hace tiempo muchos sevillanos se dedican a la venta callejera de tabaco, procedente presuntamente del contrabando, lo que supone una competencia ilegal para los expendedores oficiales.