Así lo explicó en una rueda de prensa el portavoz de Agricultura del Grupo Socialista del congreso, Francisco Amarillo, quien alertó sobre los numerosos intereses económicos que odean al sector de los transgénicos.

Amarillo precisó que los socialistas no pueden decir aún si los transgénicos "son buenos o malos". Simplemente, explicó, es necesario establecer una moratoria para investigarlos a fondo, sin dejar que los intereses económicos "contaminen" las conclusiones.

En este sentido, consideró necesario garantizar al cien por cien que ningún ciudadano está expuesto a ningún tipo de consecuencia negativa por el hecho de consumir o utilizar productos transgénicos.

Juno a esta moratoria, el portavoz socialista pidió que se creen "inmediatamente" las figuras legislativas necesarias para tipificar la contaminación biológica.