"Dicen que es la primera (boda), y no será la última, tristemente, porque estamos en ese proceso de confusión en la que se llama matrimonio y se llama familia a todas una serie de uniones y convivencias que no les corresponde ese nombre", afirmó García con pesar.

A su juicio, la boda del transexual de Igualada "nunca podrá ser matrimonio, o cambiamos lo que es la definición del matrimonio, empezando por los diccionaros".

Sobre la intención de la pareja de adoptar hijos, García le pidió, y a la sociedad en general, que "se mire, sobre todo, el bien de los niños".

"No es llenar el vacío de unas personas adultas como si el hijo fuera un derecho. El hijo es fruto del amor, en este caso no podrá haber ese fruto de ese amor", concluyó.