TRAFICO VUELVE A APOSTAR POR MOSTRAR CON DUREZA LAS CONSECUENCIAS DE LOS ACCIDENTES EN SU CAMPAÑA DIVULGATVA DE 1993
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La Dirección General de Tráfico (DGT) ha vuelto a apostar este año por mostrar con dureza y dramatismo las consecuencias de los accidentes de circulación en su campaña divulgativa 1993, denominada "Al final, las imprudencias se pagan", que hoy fue presentada a los medios de comunicación.
Al igual que el año pasado, la campaña, cuyo coste ascendió a 1.800 millones de pesetas y comenzará a ser emitida por televisión el próximo domingo, día 4, consta de cuaro "spots", cada uno de ellos referido a uno de los factores que inciden en los accidentes de tráfico, como el alcohol, circular sin cinturón o casco, la velocidad, o la unión de los fines de semana y la juventud.
Además, los nuevos anuncios son continuación de las historias relatadas en la campaña del pasado -el atropello de un ciclista por conducir bajo los efectos del alcohol, o el accidente de un motorista sin casco-, aunque tienen entidad por sí mismos y están narrados con un lenguaje dramático, rente a la forma de reportajes de los anteriores.
Así, uno de los "spots" representa al mismo joven que en los anuncios del pasado año había sufrido el accidente de moto, realizando ejercicios de rehabilitación en un centro hospitalario y expresando su impotencia ante sus graves lesiones que le han producido minusvalías.
Otro de los anuncios muestra al joven que en la campaña del pasado año había matado a su madre por no llevar puesto el cinturón de seguridad trasero, tratando de consolar a su pare que quedó minusválido tras el accidente, ocurrido un año antes. Al final de los anuncios Tráfico hace una descripción de las causas y consecuencias vitales y sancionadoras de los accidentes.
Según explicó el director general de Tráfico, Miguel Muñoz, durante la presentación de la campaña, otras de sus diferencias es que pretende inducir a la reflexión sobre las consecuencias más o menos duraderas de un accidente, mientras que la anterior mostraba el siniestro y dejaba libre la capacidad reflexiva d la persona.
"Cuando se trata de buscar la conmoción hay que llegar al drama", aseguró Muñoz, quien dijo que la campaña va destinada a distintos tipos de conductores, ya que la pérdida de un familiar en un accidente afecta más a una persona más madura, mientras que las minusvalías consecuencia de estos siniestros impactan más en los más jóvenes.
Reconoció que esta campaña, por la dureza de sus diálogos, puede hacer revivir momentos dolorosos a personas que hayan pasado por una situación similar, or lo que se disculpó, aunque agregó que "al final con lo que nos tenemos que quedar es con la disminución de accidentes y muertes", por la influencia de la campaña.
Muñoz indicó que uno de los factores que influyeron en la disminución del 12 por ciento en los accidentes de tráfico del pasado año, con 656 muertes menos que en 1991, fue la campaña divulgativa de la DGT, aunque dijo que no es la única causa ni la única iniciativa de este tipo que realiza Tráfico.
Asimismo, recordó que los estudios ealizados tras la divulgación de la anterior campaña demostraron que tuvo un índice de penetración y conocimiento por parte de la audiencia del 96 por ciento y que un 73 por ciento de los encuestados afirmaron que había influido positivamente en sus hábitos de conducción, por lo que rechazó las críticas que surgieron entonces.
La nueva campaña divulgativa ha sido realizada, al igual que la anterior, por la agencia de publicidad Clarín, que obtuvo el concurso público entre 12 agencias, y su dirección damática corrió a cargo del director del Centro Nacional de Teatro Clásico, Adolfo Marsillach.
Además de la televisión, los nuevos anuncios también serán proyectados en el cine. Asimismo, Tráfico ha preparado otra campaña específica para la prensa escrita que consistirá en unos "spots" en los que resalta las consecuencias económicas de las imprudencias de tráfico.
(SERVIMEDIA)
30 Mar 1993
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