La 'Operación Semana Santa', que ha durado 11 días, se ha saldado con un balance definitivo de 117 muertos y 150 heridos (94 graves y 56 leves) en los 96 accidentes mortales registrados en toda España. La cifra de murtos en la Semana Santa del año anterior fue de 153, lo que supone un descenso de alrededor del 20% en este año. Además, grandes atascos se produjeron en las entradas y salidas de las grandes ciudades, principalmente Madrid y Barcelona.

Para el portavoz de la DGT, los colapsos circulatorios en fechas vacacionales son "inevitables" con la actual red de carreteras española y, a su entender, solucionarlos sería sólo una "cuestión de dinero": más carreteras con más carriles.

Sin embargo, él mismo desartó esta posibilidad por ser inviable, ya que las autovías y carreteras se proyectan para soportar una media de desplazamientos diarios, que, obviamente, es superada, y por mucho, en fechas puntuales de inicio y fin de vacaciones y 'puentes'.

Aún así, la DGT pone "todos los medios disponibles" en cada operación especial para intentar paliar en la medida de lo posible las grandes retenciones. En concreto, Altozano destacó que en esta 'Operación Semana Santa' se han instalado más de 300 kilómetros de crriles adicionales y reversibles por toda España, que los 8.000 agentes de la Guardia Civil de Tráfico han trabajado en la operación y que cerca de 250 funcionarios de la DGT tampoco han podido disfrutar de vacaciones para facilitar el tránsito a los viajeros.

Además, se hizo uso de hasta 15 helicópteros para controlar aéreamente el tráfico desde los centros de Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, donde también colaboran los centros de pantallas para ofrecer información a los usuarios.

Precisamnte en este punto incidió Altozano: la única forma de que las retenciones en estas fechas disminuyan es mediante la información a los usuarios de cómo están las carreteras y que éstos decidan escalonar sus viajes.