Monclús manifestó a Servimedia que, en primer lugar, es importante contar con la opinión de la propia Guardia Civil, que es quien debe decir si este sistema funciona o no, y resaltó que, dado el ritmo al que ha aumentado el tráfico, siguen haciendo falta más recursos tanto materales como personales.

De todas formas, apuntó, tiene que buscarse un equilibrio entre la rapidez del servicio prestado, para lo que es necesario tener el máximo número de vehículos posible, y la calidad de éste. "La baza con la que se juega, por ejemplo, en Estados Unidos, es que se trata de tener un vehículo que llegue muy pronto e inmediatamente llega otro vehículo", indicó.

Este portavoz del RACE destacó que también es importante que la seguridad de los propios agentes no se vea comprometida. Normalmente, puede que haya un miembro de la Guardia Civil prestando el servicio y otro regulando el tráfico, y un coche, por muchas sirenas que tenga, no va a regular el tráfico de la misma manera que un guardia civil", explicó.