El proyecto ROSITA (Road Site Testing Assessment), es una iniciativa de la Universidad belga de Gante, en la que España colabora realizando pruebas en puntos conflictivos de las carreteras coruñesas.

En Galicia, los agentes de la Guardia Civil tomarán 400 muestras durante tres meses, de las cuales 300 procederán de controles preventivos, similares a los de alcoholemia. Además, investigarán 50 casos de conductores implicados en accidentes y a otros50 que hayan cometido alguna infracción.

Con los resultados del estudio, la Unión Europea realizará las recomendaciones pertinentes para que cada socio de la UE ponga en funcionamiento el procedimiento de control de drogas, al igual que se hace con el alcohol.

En cualquier caso, los conductores que den resultado positivo son invitados a colaborar en el estudio donando muestras de sangre y orina para el contraste y confirmación de los resultados, con la aclaración de que se usarán exclusivamente pra la investigación y, en ningún caso, para acusarles de un delito.

Entre los objetivos principales de este estudio destacan el saber qué drogas y fármacos influyen negativamente en la conducción, qué requerimientos legales, operativos y de uso cotidiano existen en los distintos países de la UE y qué ensayos son adecuados para ponerlos en práctica en la carretera, entre otros.

La legislación española prohíbe conducir cuando se han ingerido drogas o estupefacientes, o bajo los efectos de medicamenos u otras sustancias que alteren el estado físico o mental. La negativa a someterse a la prueba está calificada como delito de desobediencia y como infracción "muy grave".