De acuerdo con las mismas fuentes, el nuevo sistema amplía las posibilidades de este colectivo para acceder a las pruebas para obtener el carné de conducir, ya que añade al sistema tradicional, escrito, la posibilidad de utilizar métodos visuales.

Con ese procedimiento, las personas sordas tienen ahora tres alternativas para realizar el exámen teórico: la prueba escrita, que realizan los oyentes; los exámenes con lenguaje simplificao, también escrito y, finalmente, este nuevo procedimiento, que mezcla la prueba escrita simplificada con la visual.

La prueba, que se realiza en un tiempo total de dos horas, consta de 40 preguntas y un vídeo en el que un intérprete lee el cuestinario, acompañada de gestos, lectura labo-facial con sonido y, en ocasiones, la representación mímica de lo que está leyendo.

Para leer cada una de las preguntas, se dispone de un minuto de tiempo. Cada pregunta se formula dos ves y hay 15 segundos para esponder.

Según fuentes de la Dirección General de Tráfico, para iniciar el sistema, han tenido en cuenta las diferencias que se dan entre las personas sordas que pasan en la prueba teórica y en la práctica. Las personas que padecen cualquier deficiencia sensorial tienen más dificultades para superar la primera de esas pruebas.

La introducción del nuevo exámen para deficientes sensoriales, según las mismas fuentes, ha hecho aumentar el número de personas sordas aspirantes a conseguir el carné de onducir, así como el número de aprobados.

Las Jefaturas Provinciales de Tráfico disponen ya de cintas de vídeo con algunas preguntas grabadas, para informar de cómo será el exámen real.