En rueda de prensa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde inauguró el curso "La reforma de la Seguridad Social en tiempos de estabilidad", Granado indicó que, al tiempo, se debe mejorar la situación de las viudas con poca renta, "que siguen siendo la inmensa mayoría".

El secretario de Estado de la Seguridad Social recordó que la prestación de viudedad nació en el régimen franquista, en una época en la que a las mujeres casadas se las prohibía trabajar, no existía el divorcio y su renta era administrada por el marido.

La normativa que regula esta pensión, prosiguió Granado, "desconoce" el divorcio, que las mujeres pueden trabajar y que cuentan con rentas propias.

"Tenemos que reformular la pensión de viudedad para hacerla acorde a la nueva situación en la que las mujeres trabajan, el matrimonio puede disolverse y las mujeres tienen rentas", sentenció.

En este punto, agregó que es "absolutamente razonable mejorar las pensiones de viudedad mínimas para aquellas personas que carecen de renta o de trabajo", y cuyas prestaciones "siguen siendo muy bajas", de forma que la pensión "no es una renta de sustitución aceptable".

"Por el contrario", prosiguió Granado, "hay que modular la pensión de viudedad para que no se haga una aportación cuando existen rentas muy elevadas o pensiones muy elevadas. Esto yo creo que es absolutamente razonable".

Se debe "mejorar la situación de los que estén peor tratados, y modular las prestaciones de los que tienen rentas más elevadas", explicitó el secretario de Estado de la Seguridad Social.

COBRAR MENOS, IMPOSIBLE

El eje de las reformas de la Seguridad Social pasará por un aumento a futuro de las cotizaciones, es decir, potenciando la vía de los ingresos y no buscando el equilibrio por la reducción de los gastos.

"Cobrar menos es imposible", afirmó tajante Granado, quien recordó que el compromiso del Gobierno de elevar un 26% las pensiones mínimas en la actual legislatura se mantiene firme.

Sin embargo, cotizar más en el futuro es "razonable", ya que la esperanza de vida es cada vez mayor y el tiempo que se pasa como pensionista ya no es una parte "residual" de la existencia humana, sino un periodo "sustancial".

Recomendó a los ciudadanos que "planifiquen" su ahorro privado, ya sea por la vía de productos financieros, tipo planes de pensiones, o con inversiones de índole inmobiliario.

En este sentido, destacó que Hacienda ha aceptado incentivar el rescate de los fondos de pensiones como renta vitalicia, esto es, cobrada mes a mes, y darles un mejor tratamiento fiscal que si se decide rescatarlos íntegramente, es decir, recuperando todo lo aportado.

DISCRIMINAN A MUJERES

Ante los retos del envejecimiento de la población y la necesidad de ganar cotizantes en la Seguridad Social, Granado abogó por poner en marcha incentivos de índole fiscal y de protección social para fomentar la presencia de las mujeres en el mercado de trabajo y potenciar la conciliación de la vida familiar y laboral, extremo para el que el Gobierno última el proyecto de ley de igualdad de trato, que verá la luz en septiembre.

En la actualidad, dijo, las mujeres tienen una "carga muy notable" por las tareas domésticas que dificulta su progreso laboral y condiciona la elección de su carrera profesional.

Incidió en que "las mujeres prefieren ser empleadas públicas porque en la empresa pública es más fácil esa conciliación que en la empresa privada. La empresa privada sigue teniendo un cierto componente discriminatorio con la actividad de las mujeres", agregó, ya que "sus requerimientos no distinguen entre sus obligaciones familiares y de otro tipo".

Otra de las recetas que quiere poner encima de la mesa el Gobierno es la mejora de la contributividad, sobre la que se viene hablando desde el Pacto de Toledo de 1995, pues el sistema actual, "a veces, anticipa perversamente" adelantar la edad de jubilación. A juicio de Granado, hay que "ayudar e incentivar" el que los trabajadores se jubilen, voluntariamente, cada vez "más tarde".

En su opinión, se debe iniciar ahora una reforma de la protección social que tenga un carácter paulatino, en lugar de esperar siete u ocho años y tener que llegar a una modificación "abrupta". Confió en que los agentes sociales van a preferir la primera de las vías, "antes que dejar el examen para septiembre".

Por último, el secretario de Estado de la Seguridad Social destacó la bonanza del sistema de pensiones, cuyos ingresos en lo que va de año crecen "notablemente" por encima de lo presupuestado, mientras los gastos van por debajo de lo previsto, con dos excepciones, las prestaciones familiares, por el alza de las maternidades, y la incapacidad temporal, que "sigue siendo un problema".

El Gobierno había calculado cerrar el actual ejercicio con un superávit de la Seguridad Social del 0,7% del Producto Interior Bruto (PIB), cifra que Granado confió en que esté "muy por encima" al acabar el año.