Los compañeros del ingeniero secuestrado se mostraron preocupados por el estado de Julio Iglesias y sealaron que no quieren pensar que "al riesgo que está corriendo la vida de nuestro compañero en manos de ETA se pueda añadir la tentación de supeditar la libertad e integridad del secuestrado al interés de capturar a sus secuestradores".

Las noticias y manifestaciones surgidas en los últimos días, en especial las que hablan de su liberación, crean, según los trabajadores de Ikusi, falsas expectativas y "una frustración en todos nosotros", pero lo que más les inquieta son las declaraciones de algunos líeres políticos en torno a si es procedente o no retirar el cerco, "en caso de ser necesario para salvaguardar la integridad del secuestrado".

Los operarios de la empresa de telecomunicaciones mostraron su apoyo a quienes luchan "para que no vuelva a suceder lo ocurrido a nuestro compañero Julio" y se solidarizaron con los que "hacen frente común contra el uso de la extorsión, el chantaje, el secuestro y el tormento para obtener determinados beneficios políticos, económicos y sociales".

Anteriormete a la lectura del comunicado, los manifestantes recorrieron, por decimocuarto jueves consecutivo, las calles de San Sebastián para exigir la rápida liberación de Iglesias.

Como es habitual, la marcha volvió a dirigirse desde el domicilio particular de los Iglesias hasta la plaza de Guipúzcoa, donde se guardaron diez minutos de silencio, una vez que la manifestación terminó.